Nuestro objetivo es eliminar estímulos amenazadores
Todos necesitamos hablar para relajarnos, para reducir las preocupaciones y aliviar el estrés, la tensión, etc. Por ello, debemos poner especial interés en conocer muy bien a nuestros pequeños para saber qué es lo que ha cambiado de su comportamiento y estar pendiente de las modificaciones en su estado de ánimo, en las posibles causas y preocupaciones que no son verdad y dejar de creer en esos pensamientos. Es conveniente trabajar en crear ambientes en los que los niños/@s, se sientan cómodos y generar confianza, de manera que si tienen un problema, lo cuenten. Hay que escucharles para ayudarles y apoyarles con las cualidades positivas y que se les ofrezcan consejos para reconducir las negativas. Amor y alegría por encima de todo